Ayer, día de Pascua pregunté a mis hijos que significaba para ellos el día dela resurrección. Yen múltiples respuestas de Jesus volviendo a vivir, y otras del estilo, mi hijo mayor me dijo: “nos enseña que tenemos una segunda oportunidad”.
Tengo en mi entorno, personas que pasan por momentos duros de separación, de perdida del día a la mañana de un futuro proyecto de vida, de la muerte de un hijo,… Este terremoto global que nos afecta a todos, ¿también nos estará dando una segunda oportunidad? ¿Una oportunidad de entender la Vida desde otro lugar, de entender Quien somos desde algo más profundo, de cuidar y amarnos desde otro nivel, o algo más que todavía no vemos?
En la Pascua, Jesus también nos enseñó, que en el vacío de la perdida, del cambio, del no se que va a pasar, podemos confiar. La naturaleza no se regenera en un día, pero la vida siempre aportará en el vacío algo mejor, algo más esencial y más duradero… y una segunda oportunidad.
¿Por qué puedo confiar y dejar que la sabiduría de la Vida actúe?
¿Cómo me siento cuando me permito confiar?
¿De que manera la Vida me cuida?
¿Por qué merezco una segunda oportunidad?
¿Cómo me siento cuando me siento cuidado, nutrido y acompañado?
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