No sabemos el recorrido de nuestro camino.  La mente se impacienta, quiere conocer la dirección, quiere tener un mapa dela ruta.  Sinembargo parte del camino es el de aprender a leer a dentro de uno mismo, aprender a dirigirse con el corazón, aprender a perderse o a cambiar de ruta y realmente trazar paso a paso el sendero que será nuestro, que será nuestra realización.  Parte del camino es soltar la necesidad de saber y de controlar.  Errores?  Perderse?  Quien soy para poder saber si esto justamente no fue lo mejor para mi evolución?  Estamos realmente ciego a nivel de nuestros ojos físicos como de nuestra consciencia de ser humano del camino que hemos elegido realizar.  Nuestro corazón esta más hábil para reconocerlo, como lo es nuestra intuición y nuestra sabiduría interna.  Así que si te sientes perdido, siéntate y mira por dentro. 

¿Cómo reconozco por donde avanzar?

¿Por qué soy en el buen camino?

¿Por qué soy conectado?

¿Qué hace que soy guiado?

¿Cómo me siento cuando se que estoy en el lugar perfecto?

 Y lo mejor será cuando podremos disfrutar por completo de los pasos que hacemos y del paisaje que descubrimos, sin aferrarnos al lugar donde llegar.