¿Os ha pasado alguna vez estar en el lugar extraño de cuestionar lo que siempre ha sido “lo justo y lo normal”?. Ayer, estuve en este espacio, una madre desesperada viendo que el mensaje “justo y normal” no llegaba a mi hijo. Con él, los castigos no funcionan (bueno en casa, lo llamamos consecuencias), pero igual… no funcionan. Me vino la pregunta: “¿y si existe otra via como sería?”Tuve un tiempo sola en el coche para sentir. No pensar, sentir. Sentí primero la impotencia y el caos. Sentía como burbujas en todo el pecho, lagrimas en los ojos,… Sentí como el castigo era una manera de estar en control de la situación y evita sentir que las cosas me van de las manos. Luego me puse en este espacio de no buscar respuesta, sino de quedarme en el vacío con la pregunta. ¿Cómo madre, que es lo más justo que puedo hacer?. Y empecé a rezar. He sentido claramente como mi hijo no me pertenecía, como no podía controlar su camino o su energía. Luego hablamos ala noche. Todavíano tengo “la” respuesta si acaso existe una o varias, pero estamos en camino. Entrar en el espacio de “…no se”, de “…y si no es va por allí?”. Por experiencia en otros momentos de mi vida, sé que el milagro ocurre cuando realmente nos permitimos estar en el vacío, porque allí nuestra apertura a escuchar otra voz, es total y verdadera.
¿Cómo me siento cuando me abro a nuevos enfoques?
¿Cómo puedo amar y acompañar desde la luz?
¿Cómo me abro a algo más grande que mi?
¿En qué esta situación me ayuda a crecer?
¿Cómo puedo verlo de otra manera?
0 comentarios