Entramos en el último mes antes del 21 de Diciembre. Ya sabemos que todo se esta moviendo tanto a dentro de cada persona, dentro de las células familiares como en la sociedad. Sabemos que entramos en otra era, aunque no entrevemos como podrá ser.  Algunos tienen miedo. A mi me excita. Porque somos todos co-creadores de este momento. Y si queremos que esa otra era sea la era de la justicia, amor, abundancia y fluir con la bondad de nuestra naturaleza, lo podemos conseguir.  Pero para eso, tenemos que abandonar nuestro apego a las vibraciones bajas, la mente colectiva de miedo. Y nutrir en cada uno de nosotros una mente sabia que se relaciona con el corazón, y que expande el mensaje del corazón a través de su inteligencia organizativa, su inteligencia racional y creativa. 

Es un momento para meditar más que nunca, y sobre todo para sentir nuestro corazón.  No sabemos escucharlo.  Ayer me di cuenta que cuando pensaba que si, en el fondo seguía en la mente analizando mi corazón, y no en descubrir cómo realmente el corazón se comunica conmigo. 

Porque hablo tanto del corazón? Porque nuestro corazón será el centro de nuestro universo en la nueva era.  El corazón tiene su inteligencia (los científicos lo han mostrado), tiene su sabiduría y sabe guiarte mejor de tu mente que ella a su vez sabe muy bien confundirse. Sin embargo el corazón es tímido, escondido muchas veces por nuestras heridas, y tenemos que volver a sentirlo, volver a saber entrar en su sintonía. 

Para conectarte con el corazón, hay claves: uno es poner tu atención en esta zona del cuerpo y sentir su latido, y quedarte allí quieta.  Dos piensa a momentos o imágenes que hace que se te abre el corazón.  Piensa en gratitud, canta, baila, escucha una música, etc… descubre lo que te funciona.  Y quédate quieto allí aprendiendo a relacionarte por primera vez con la inteligencia suprema de tu cuerpo. 

Quiero agradecer inmensamente a Valeria Matamoros Castillo, mi hermana del alma en México que me ha transmitido estas enseñanzas y me ha permitido encontrar mi propia sintonía  y poder transmitirla. 

¿Cómo me siento cuando me quedo quieta en mi corazón?

¿Por qué puedo escuchar y confiar en mi corazón?

¿Qué hace que soy sabia?

¿Cómo me siento cuando se que en mi corazón estan todas las respuestas?